Bioplásticos, realmente… ¿Qué son?

Hace años que está alternativa respetuosa con el medio ambiente, está en el mercado, pero por diversos factores no había tenido el protagonismo que está teniendo hoy en día. Factores entre los que se encuentran la acumulación desmesurada de plásticos que están dañando parajes naturales y eliminando especies animales.

Esto es fruto de algunas gestiones inconscientes debido a la ignorancia generalizada en el uso masificado del plástico. Actualmente,  tras años de trabajo y esfuerzo de algunas empresas y entidades públicas, estamos empezando a materializar los objetivos planteados para un cambio hacia la sostenibilidad.

¿Sabes qué son los bioplásticos?

A diferencia del plástico convencional, su hermano bío es un tipo de plástico que no deriva del petróleo, proviene de fuentes y sustancias biológicas como son los residuos agrícolas, la celulosa, el almidón, caña de azúcar o la remolacha azucarera, lo que se conocen como polímeros naturales o biopolímeros.

¿Y de qué están hechos?

Un error frecuente es pensar que estos plásticos bío, al provenir de este tipo de sustancias, son menos resistentes o tienen propiedades de inferior calidad. Nada más lejos de la realidad, ya que estos amigos ecológicos mantienen casi todas las propiedades de un plástico convencional en cuanto a resistencia y versatilidad, a veces incluso mejorándolas.

Entonces,

¿Qué tipos de bioplásticos hay?

Si hacemos caso a lo que nos dice la Asociación Europea de Bioplásticos, tenemos que hablar de dos categorías: los plásticos biodegradables o compostables y los plásticos biobasados o biogénicos.

Para simplificar esta categorización la hemos dividido en tres tipos de bioplásticos principales, y en cada una de ellas os hemos puesto algunos ejemplos de compuestos conocidos, estos son:

Plásticos con base biológica, compostables y biodegradables

    • PHA (polihidroxialcanoatos): es el moldeo por inyección utilizado para construir piezas de automóviles, tapones y bolsas, entre otros usos.
    • PLA (ácido poliláctico): utilizado en el sector textil (tapicerías y toldos), industria médica (implantes y suturas) y la impresión 3D.
    • PBS (polibutileno): utilizado para envases de comida (desechables), películas, macetas y productos de higiene, entre otras aplicaciones.
    • Mezclas de almidón

Estos polímeros biobasados y además biodegradables nos gusta decir que pueden ser las nuevas armas para la batalla contra la contaminación y el cambio climático.

Y es que este tipo de bioplásticos se componen de materiales innovadores con funcionalidades totalmente nuevas, como son la compostabilidad y la antes señalada, biodegradabilidad.

EL PHA, por ejemplo, en su aspecto natural es parecido al film transparente, con la diferencia de que es un verdadero bioplástico.

De recurso fósil pero biodegradable

    • PCL (policaprolactona): usado en la reparación de piezas plásticas y la confección de artesanías.
    • PBAT (Poli Butilén Adipato-co-Tereftalato): utilizado en bolsas biodegradables.

Este tipo de recursos se están popularizando cada vez más, hasta tal punto que la Unión Europea está legislando para promover el uso de este tipo de bioplásticos.

Estos polímeros actualmente se encuentran en una fase que invita al optimismo debido a la gran variedad que ofrecen y a la mejora de sus propiedades como la flexibilidad, la imprimibilidad, la transparencia o la durabilidad.

Duraderos, reciclables y de base biológica

    • Bio – PE (polietileno)
    • Bio – PET

La variante BIO de los plásticos más simples y posiblemente utilizados es una alternativa mucho más eficiente. Y sobre todo es una excelente opción para sustituir a sus homólogos fósiles.

Estos plásticos biobasados y totalmente reciclables se utilizan normalmente en envases para alimentos y cosméticos, también para productos domésticos, material deportivo y juguetes.

Interesante, ¿no?

Lo más interesante de esto es que mantienen las mismas propiedades que el PE y el PET convencional. Y, aunque son reciclables, no son biodegradables.

Porque recordemos que…

¡Ser biodegradable depende de la estructura molecular del material, no de la procedencia de este!

Esto es algo que siempre, siempre, siempre, se ha de tener en cuenta para no caer en confusiones.

Esta aclaración nos lleva a hacer la siguiente pregunta, un melón también muy interesante de abrir y que seguramente despeje tus dudas después de esto.

¿Contaminan menos los bioplásticos?

Si atendemos a lo que nos dice esta tabla de la ASOBIOCOM, (Asociación Española de Plásticos Biodegradables Compostables) en el eje de las X vamos desde los provenientes de material fósil hasta los biobasados.

Mientras que, en el eje de las Y, de abajo arriba, vamos desde los no biodegradables hasta los biodegradables.

¿Y qué significa esto?

Que, según estudios pertinentes, alrededor de un 40% de los plásticos de base orgánica, están compuestos de material biodegradable. Un porcentaje que, sumado a la alta reciclabilidad de estos compuestos, los hace realmente atractivos a la hora de trabajar en pos del medioambiente.

Eso es lo que encontraríamos en la parte derecha de la tabla.

Por otro lado, en la parte superior izquierda vemos los polímeros de origen fósil pero totalmente biodegradables. Los cuales, como antes hemos señalado, son una magnífica alternativa que cuenta con el respaldo de instituciones como la Unión Europea.

En parte gracias a que su huella de carbono es prácticamente indetectable por la alta biodegradabilidad que se les atribuye.

Con todo esto, podemos decir que ya tenemos todos los datos necesarios para hacer una interpretación honesta sobre si los bioplásticos están contaminando menos o no.

Teniendo en cuenta los altos porcentajes de polímeros biodegradables en uso actualmente que provienen de compuestos biológicos y fósiles, podemos decir que están cumpliendo progresiva y eficazmente el objetivo de reducir la contaminación.

Por otro lado, sí que es cierto que encontramos una cantidad notoria de biobasados que no son degradables, pero que sí están siendo concebidos con enfoque de reciclabilidad. Y estas propiedades, en combinación con las medidas que se están adoptando en instituciones como la Unión Europea y algunas marcas comerciales, están dando sus frutos en el desarrollo de la economía circular.

Ventajas de los bioplásticos 

Como hemos podido ver, este tipo de polímeros tienen numerosas ventajas, tanto en lo que respecta al ámbito medioambiental como a la capacidad de sus propiedades en términos de resistencia, ligereza, versatilidad o imprimibilidad que los sitúan como una alternativa igual e incluso a veces mejor que los plásticos convencionales.

Por eso, para finalizar te ofrecemos una lista de las ventajas más destacadas de los plásticos bio:

  • Reducen considerablemente la huella de carbono.
  • Los más comunes, como el PLA y el PHB a base de almidón, no son perjudiciales para la salud, por lo que los hace idóneos para el envasado de alimentos, ya que no modifican el aroma ni sabor de estos.
  • No contienen aditivos perjudiciales para la salud.
  • Pueden moldearse por inyección para conseguir la misma forma que los termoplásticos tradicionales, o incluso más resistentes y ligeros.
  • Son más atractivos para la comercialización por el valor añadido que comunica y permite comunicar a las marcas que lo utilizan.

Para concluir, te contaremos algo que quizá sepas, pero no deja de ser tan evidente como importante.

Y es que incluir los bioplásticos en cualquier estrategia comercial puede ser un punto de inflexión para comercializar tus productos sobre la base de unos valores de marca comprometidos, colaborativos, y medioambientales.

Por eso, en Creaprint te ayudamos a crear una línea de etiquetado bio, trabajada para mantener todos los estándares de máxima calidad que comuniquen una identidad de marca tan sólida como comprometida.

 

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